“No me creo que nadie escuche este trabajo y no se le mueva el pie”
El cantante acaba de sacar ‘No hay Drama’, su disco de debut grabado en París. Este getafense de 25 años nos habla del concierto que dará en Leganés el próximo sábado, 26 de marzo, de la importancia de las redes sociales... y de sus sueños.
Getafe le vio nacer, pero fue en París donde se desató su vena artística. La contraportada de su disco reza una frase de Victor Hugo: “El alma tiene ilusiones como el pájaro alas, es eso lo que la sostiene”. Pedro explica que tiene relación con los pájaros en la cabeza, ya que precisamente ahora, que es el primer disco, es cuando se tienen más ilusiones.
El próximo sábado, día 26, da un concierto en Leganés, en el bar irlandés ‘Station Corner’ (C/Alcobendas, 24). La entrada será gratuita y dará comienzo a las 21:00 horas. Todo aquel que quiera pasar un buen rato a ritmo de rumba y swing, está invitado.
‘No hay Drama’ es el título de tu disco de debut. ¿Por qué ese nombre?
‘No hay Drama’ es una de las canciones del disco y es como una filosofía de vida. Es no darle mayor importancia a las cosas que no la tienen. En el mundo de la música suele pasar, sobretodo al nivel al que estoy yo, que no cobras ni un duro. Pero solo por el placer de dar el concierto y transmitir a la gente, merece la pena y te dices a tí mismo “no hay drama”.
¿Qué descubrirá quién escuche por primera vez a Pedro de Mingo?
Va a encontrar swing, rumba, sonidos alegres; es esta misma filosofía de optimismo, alegría, cachondeo.
¿Por qué tomaste la decisión de autoproducirte el disco en París, en vez de en España?
En primer lugar porque vivía y tenía la banda allí (‘Los Compaes’), y era una forma de abaratar costes. Además, es un buen regalo que me llevo de mi estancia de dos años y medio, que siempre le va a recordar a esa ciudad.
¿Dónde tocaste por primera vez? ¿En qué grado es diferente el trato a los artistas en París en comparación con España?
La primera vez que toqué fue en noviembre de 2006, en el ‘Bistrot de los Artistas’ de París, yo solo con la guitarra y la voz. Allí me trataban muy bien porque ese bar era como mi casa. El dueño tenía familia alicantina y eso hizo que tuviéramos mejor trato, y me dejaba tocar cuando tenía un hueco. Pero siempre pasa lo mismo que aquí: el tema del dinero, que está complicado.
¿Cuánto te ha cambiado la vida tras tomar la decisión irte a París de Erasmus?
A mí personalmente me ha cambiado de una forma artística, quizá porque he ido a una ciudad muy artística, y me he juntado con artistas y canallas. Realmente, ha sido París pero podría haber sido otro sitio. Quizá ha sido esa liberación de salir, viajar y relacionarte con gente de otros países.
¿Cómo ha sido el camino hasta llegar a ‘No hay Drama’?
Ha sido duro, pero realmente lo más difícil empieza ahora. Tener un disco que mostrar y defender es una forma de rodar una rueda. Esto ya es algo que puedes mostrar de forma orgullosa.
El próximo sábado darás un concierto en Leganés. ¿Qué has preparado?
Vamos a tocar todo el repertorio del disco y algún inédito, tocaremos en formato trío: cajón flamenco, bajo y yo con la guitarra.
¿En qué otros municipios de la Comunidad de Madrid o del resto de España vas a dar conciertos?
Tenemos un planning de varias fechas: Granada, Alicante, Donosti, Oviedo, Bourges (París). En Getafe tocaré el próximo 15 de abril (Sala ‘lo Nuestro’ C/Leganés a las 22:00 horas).
Tienes Facebook, Twitter, Myspace, Tuenti, blog… ¿Hasta qué punto son i m p o r t a n t e s las redes sociales para la promoción de un disco?
Hoy en día, hacer un evento en Facebook es más importante que poner carteles por la calle. Puedes tener más notoriedad, puedes llamar más la atención jugando con la estética, las fotografías, haciendo una pequeña estrategia de marketing. En todas las redes sociales he seguido la misma estética: el color amarillo, los pájaros.
¿Internet te ha ayudado a darte a conocer o ha influido más el ‘boca a boca’ de tu público de París?
En París fue más el ‘boca a boca’. Allí hay una ciudad universitaria en el que estaban mezclados todos los estudiantes extranjeros. Me veían con el sombrero y la guitarra e iba liándola casa por casa. Me di cuenta de que al final de curso todo el mundo me conocía. Pero no hay que desestimar la importancia que tiene internet como medio de comunicación. De hecho, las redes sociales las tengo, además de personales, como un trabajo.
¿En qué ciudades del extranjero, aparte de París, has tocado? ¿En cuál has disfrutado más?
En Londres y en Ámsterdam. Recuerdo especialmente una vez en Londres, que había un micrófono abierto; delante de mí había varios artistas. Y cuando empecé yo con la rumba, cual ‘Flautista de Hamelín’ se arrancaron todos, y al final de la noche vinieron a felicitarme.
¿Cómo ha recibido el público este disco? ¿Dónde se puede adquirir?
Está gustando tanto a público como a medios especializados y críticos musicales. Se puede adquirir al final de los conciertos, a un precio de 10 euros; en las Fnac de toda E s p a ñ a y, digitalmente, en Itunes o Spotify.
¿Qué se puede encontrar en los trece cortes?
Mucho optimismo, muchas ganas de vivir, mucha rumba, y sobretodo mucho swing. No me creo que nadie escuche este trabajo y no se le mueva el pie.
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